Título Original: Fantastic Mr. Fox
Año: 2009
Nacionalidad: Estados Unidos, Reino Unido
Duración: 87 min.
Director: Wes Anderson
Guión: Wes Anderson y Noah Baumbach, adaptando la novela de Roald Dahl.
Actores (Voces): George Clooney (Mr. Fox), Meryl Streep (Mrs. Fox), Jason Schwartzman (Ash), Bill Murray (Badger), Wallace Wolodarsky (Kylie), Eric Chase Anderson (Kristofferson Silverfox).
Sinopsis: Un zorro llamado Fox abandona junto a su mujer e hijo la madriguera que les sirve de hogar, y juntos se trasladan a vivir al interior de un tronco de árbol. Acuciado por las deudas, el Sr. Fox planea junto a su fiel amigo Kylie una serie de asaltos a las propiedades de los terribles granjeros llamados Boggis, Bunce y Bean. Los tres hombres decidirán pararle los pies al astuto zorro, y Fox emprenderá junto a sus amigos una encarnizada lucha contra los humanos con la finalidad de conservar sus respectivas vidas y hogares.
Año: 2009
Nacionalidad: Estados Unidos, Reino Unido
Duración: 87 min.
Director: Wes Anderson
Guión: Wes Anderson y Noah Baumbach, adaptando la novela de Roald Dahl.
Actores (Voces): George Clooney (Mr. Fox), Meryl Streep (Mrs. Fox), Jason Schwartzman (Ash), Bill Murray (Badger), Wallace Wolodarsky (Kylie), Eric Chase Anderson (Kristofferson Silverfox).
Sinopsis: Un zorro llamado Fox abandona junto a su mujer e hijo la madriguera que les sirve de hogar, y juntos se trasladan a vivir al interior de un tronco de árbol. Acuciado por las deudas, el Sr. Fox planea junto a su fiel amigo Kylie una serie de asaltos a las propiedades de los terribles granjeros llamados Boggis, Bunce y Bean. Los tres hombres decidirán pararle los pies al astuto zorro, y Fox emprenderá junto a sus amigos una encarnizada lucha contra los humanos con la finalidad de conservar sus respectivas vidas y hogares.
Las películas dirigidas por Wes Anderson hasta la fecha, pese a poder catalogarse sin demasiados problemas como comedias, acostumbran a estar recorridas, de principio a fin, por un indescriptible pero constante hálito de melancolía. Según el diccionario online WordReference.com, la melancolía es "una tendencia a la tristeza permanente". "Fantástico Sr. Fox" no escapa, pese a ser un film de animación, a esta peculiar tonalidad dramática, que proporciona al espectador la posibilidad de reírse de situaciones y personajes frecuentemente desamparados y, en no pocas ocasiones, atrapados en una existencia abocada al vacío.
El protagonista de la historia, el zorro Fox, está harto de vivir junto a su familia en una madriguera bajo tierra, pero, al fin y al cabo, se supone que, según las leyes no escritas de la naturaleza, los zorros viven en madrigueras por alguna razón, pero, sobre todo, impulsados por el instinto de supervivencia. La decisión de Fox de conseguir, con la colaboración de su abogado, el Sr. Tejón, un nuevo hogar (un agujero en el tronco de un árbol) situado en la superficie y no por debajo de esta, acarreará numerosos problemas para él, su familia y todos los animales que viven en los alrededores del hogar de Fox. Wes Anderson plantea con esta fábula animal, tanto una historia de reafirmación personal (Fox quiere vivir según sus propios deseos, no según lo que convencionalmente esperan los demás de él), como una, como consecuencia de aquella, historia de redención zorruna (los deseos del zorro tendrán desastrosas consecuencias para él y para los demás). Por lo tanto, el sustrato esencialmente serio que atraviesa la historia de principio a fin es el alimento para unas secuencias frecuentemente filmadas con intenciones cómicas y/o irónicas. Nos hallamos en el territorio más reconocible del realizador.
Las oscilaciones en el tono dramático no siempre funcionan en los films de Anderson, y en no pocas ocasiones devienen más un mero capricho de "autor" antes que una decisión acertada. Si en "Fantástico Sr. Fox" esta característica funciona positivamente mejor que en anteriores ocasiones, puede deberse a que, en cierta manera, los personajes "reales" de films como "Ladrón que roba a otro ladrón" (Bottle Rocket, 1996), "Los Tenenbaums, una familia de genios" (The Royal Tenenbaums, 2001), "Viaje a Darjeeling" (The Darjeeling Limited, 2007) o, sobre todo, "Life Aquatic" (The Life Aquatic with Steve Zissou, 2004), ya eran, a su manera, dibujos animados: el zorro Fox y los familiares, amigos y vecinos que le acompañan en sus desventuras prolongan en el mundo del cine de animación el desfile de rostros tristes y/o abatidos característico del cine de Anderson, cuyos personajes acostumbran a estar interpretados por actores con rostros tan particulares, pero tan poco alegres (aunque provoquen la comicidad), como los de Bill Murray, Owen Wilson, Adrien Brody o Jason Schwartzman, entre otros.
El protagonista de la historia, el zorro Fox, está harto de vivir junto a su familia en una madriguera bajo tierra, pero, al fin y al cabo, se supone que, según las leyes no escritas de la naturaleza, los zorros viven en madrigueras por alguna razón, pero, sobre todo, impulsados por el instinto de supervivencia. La decisión de Fox de conseguir, con la colaboración de su abogado, el Sr. Tejón, un nuevo hogar (un agujero en el tronco de un árbol) situado en la superficie y no por debajo de esta, acarreará numerosos problemas para él, su familia y todos los animales que viven en los alrededores del hogar de Fox. Wes Anderson plantea con esta fábula animal, tanto una historia de reafirmación personal (Fox quiere vivir según sus propios deseos, no según lo que convencionalmente esperan los demás de él), como una, como consecuencia de aquella, historia de redención zorruna (los deseos del zorro tendrán desastrosas consecuencias para él y para los demás). Por lo tanto, el sustrato esencialmente serio que atraviesa la historia de principio a fin es el alimento para unas secuencias frecuentemente filmadas con intenciones cómicas y/o irónicas. Nos hallamos en el territorio más reconocible del realizador.
Las oscilaciones en el tono dramático no siempre funcionan en los films de Anderson, y en no pocas ocasiones devienen más un mero capricho de "autor" antes que una decisión acertada. Si en "Fantástico Sr. Fox" esta característica funciona positivamente mejor que en anteriores ocasiones, puede deberse a que, en cierta manera, los personajes "reales" de films como "Ladrón que roba a otro ladrón" (Bottle Rocket, 1996), "Los Tenenbaums, una familia de genios" (The Royal Tenenbaums, 2001), "Viaje a Darjeeling" (The Darjeeling Limited, 2007) o, sobre todo, "Life Aquatic" (The Life Aquatic with Steve Zissou, 2004), ya eran, a su manera, dibujos animados: el zorro Fox y los familiares, amigos y vecinos que le acompañan en sus desventuras prolongan en el mundo del cine de animación el desfile de rostros tristes y/o abatidos característico del cine de Anderson, cuyos personajes acostumbran a estar interpretados por actores con rostros tan particulares, pero tan poco alegres (aunque provoquen la comicidad), como los de Bill Murray, Owen Wilson, Adrien Brody o Jason Schwartzman, entre otros.
Del mismo modo que en "Life Aquatic" Anderson recurría, en ciertos momentos, a los planos generales y laterales, visualmente planos y desprovistos de perspectiva, prácticamente bidimensionales al modo de un añejo videojuego de Nintendo o Sega, para las incursiones submarinas de Steve Zissou y sus colaboradores, persiguiendo con ello la consecución de un sentido del humor no demasiado habitual y difícilmente apreciable para un espectador acostumbrado a la comedia actual más convencional, en "Fantástico Sr. Fox" también tienen lugar en numerosas ocasiones planos visualmente muy similares a aquellos, especialmente para las ocasiones en las que Fox y los demás animales deben cavar enérgicamente hacia las profundidades de la tierra para huir de las monstruosas máquinas humanas que pretenden darles caza. El efecto cómico que estos planos puedan provocar en el espectador es muy relativo, pero con ellos queda manifiesta la excentricidad creativa que impulsa al cine de Anderson. A mi, personalmente, no siempre me parecen estimulantes los gags o situaciones creadas por el realizador, pese a que tampoco puedo decir que sus películas, por regla general, me parezcan malas. Más bien creo que sus obras acostumbran a arrastrar endémicamente una indudable dispersión narrativa y dramática que, en ocasiones, más que estrechar el vínculo emocional entre espectador y personajes, lo ensancha irremediablemente: por mucha melancolía que Anderson vierta sobre sus películas, aquella va contradictoriamente acompañada por una cierta frialdad emocional.
El desarrollo narrativo de "Fantástico Sr. Fox", pese a tender a la irregularidad, no carece, ni mucho menos, de momentos divertidos o ingeniosos: la exageradamente esbelta y estilizada manera de tirarse a la piscina del joven Kristofferson Silverfox, provocando tanto la admiración incondicional del zorro Fox como una equiparable y envidiosa irritación en su hijo Ash; el robo y asesinato de gallinas a cargo del propio Fox y la zarigüeya Kylie, cuyas poco apropiadas fauces no logran acabar infaliblemente con la vida del ave en cuestión, lo que provoca un ridículo momento en el que el compinche de Fox intenta sin éxito, una y otra vez, hacer algo más que sujetar y chupar con su boca el cuello de una de las gallinas; los arrebatos animales de Fox cuando come o cuando se enzarza en una discusión con su abogado, y que provocan hilaridad, paradójicamente, por la previa humanización que muestra el film del comportamiento de los animales; o la descacharrante huida desesperada de Fox y su compinche, la zarigüeya Kylie, tras un frustrado intento de robo a una granja, agarrándose a la valla electrificada que rodea el perímetro de la misma.
"Fantástico Sr. Fox" sufre, al igual que los anteriores films de Anderson, de un excesivo estiramiento de la anécdota narrativa principal, y a partir de que acontece el secuestro de uno de los personajes principales del film por parte de Boggis, Bunce y Bean, los tres malvados granjeros, el film pierde interés y se convierte en un dinámico pero bastante convencional film de acción. La historia de la redención personal de Fox ante sus amigos, familiares y vecinos, pues la aspiración del zorro de vivir libre es la causa principal de la destrucción que los granjeros han llevado a cabo del bosque y, por consiguiente, de los hogares de muchos de los animales que viven en él, aunque obvia en su moraleja (estamos hablando de un film que, aunque dirigido al público infantil, tiene no poco de adulto) no termina de alcanzar la intensidad emocional deseable, y en su lugar resultan más atractivos y poéticos en el film momentos como, al final de "Fantástico Sr. Fox", la aparición, revestida por una aureola mítica, de un lobo, contemplado de lejos por Fox y algunos de sus amigos, y el respetuoso saludo que ambos animales se devuelven.
El film de Wes Anderson es más que un correcto film de animación, aunque no por ello sea una obra extraordinaria o genial: los calificativos superlativos acompañan a casi todas las películas del realizador desde el estreno de "Rushmore" (Academia Rushmore, 1998), pero hasta el momento ninguno de sus admiradores ha ofrecido un mínimo análisis formal del conjunto de sus películas que justifique situar a Anderson en un altar.
El film de Wes Anderson es más que un correcto film de animación, aunque no por ello sea una obra extraordinaria o genial: los calificativos superlativos acompañan a casi todas las películas del realizador desde el estreno de "Rushmore" (Academia Rushmore, 1998), pero hasta el momento ninguno de sus admiradores ha ofrecido un mínimo análisis formal del conjunto de sus películas que justifique situar a Anderson en un altar.
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