viernes, 8 de octubre de 2010

SITGES 2010 - 43 FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINEMA FANTÀSTIC DE CATALUNYA


COBERTURA ESPECIAL DEL FESTIVAL PARA KLOWNSASESINOS.COM

PRIMERA JORNADA

Aunque la película más popular de las proyectadas a lo largo de la primera jornada del 43 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya es, indudablemente, Los ojos de Julia, el nuevo film del realizador Guillem Morales, quien debutó en el terreno del largometraje el año 2004 con El Habitante incierto, este corresponsal ha decidido posponer el visionado del film a cuando tenga lugar su estreno comercial en España: el 29 de octubre.

Dejando de lado la cinta de Morales, el primer film que he visionado en Sitges ha sido Possessed (Bool-sin-ji-ok, 2009) film de Corea del Sur dirigido por el debutante Lee Yong-Joo, ex-colaborador de Bong Joon-ho, notable realizador del mismo país (Memories of Murder, The Host, Mother). La película de Lee Yong-Joo resulta atractiva durante aproximadamente una hora de su metraje, durante el cual suman positivamente varios elementos de la obra: la sobriedad narrativa por la que opta Lee, quien emplea un tempo pausado pero no moroso que le permite obtener una atmósfera crecientemente inquietante y sugerente, partiendo de una base de lo más sencilla: la joven Hee-Jin vuelve a casa cuando un llamada la alerta de la desaparición de su hermana pequeña. La madre de ambas, una fanática religiosa, insiste en asegurar que solo las oraciones podrán devolver a la pequeña, pero un policía intervendrá en el caso descubriendo conforme progresa en su investigación las extrañas implicaciones que tiene la desaparición de la niña. Lo aparentemente sobrenatural irá penetrando en la realidad cotidiana de los personajes implicados en el caso. A lo dicho hace un instante cabe sumar la talentosa puesta en escena del realizador, quien parece ser consciente del valor dramático que deben atesorar los cambios de plano o de ángulo de cámara (merece la pena mencionar el plano que introduce el tono sobrenatural en el film: el policía que investiga el caso interroga a un hombre del vecindario acerca del comportamiento habitual en Hee-Jin y su madre, y el realizador, en un momento determinado de la conversación, emplea un encuadre casi cenital, que incluye a los dos hombres y la presencia visual de las ramas retorcidas de un árbol, y lo acompaña con un movimiento de grúa cuya intencionalidad es puramente atmosférica y enrarecedora), y su convincente dirección de actores, que consigue que el elenco en conjunto sea no solo eficaz en su cometido, sino una clara y continuista demostración (respecto al cine de sus compatriotas Bong Joon-ho o Park Chan-wook, entre otros menos conocidos) de que una de las más evidentes características del cine contemporáneo de Corea del Sur es la alternancia de tonos dramáticos serios con otros más humorísticos y/o irónicos: la misma situación que da pie al citado movimiento de grúa continua con una extraña conversación entre ambos hombres, hasta que el interrogado cambia súbitamente de tema (Hee-Jin y su madre), y saca a relucir algunas de sus violentas experiencias durante la guerra de Vietnam: la situación deviene al mismo tiempo humorística y inquietante.
No son estas las únicas ideas interesantes del film, que atesora otros momentos atractivos y convincentes, pero por desgracia Lee Yong-Joo malogra el resultado global de la película con unos 30-40 minutos finales enrevesados en exceso y que pretenden volver complicada una historia mucho más sencilla. De todos modos, Possessed también confirma otros de los temas estrella de la cinematografía coreana: la desestructuración familiar y la influencia de la religión católica en los ciudadanos del país. "(Leer más - Cobertura completa)"