miércoles, 30 de julio de 2014

EL SUEÑO DE ELLIS (THE IMMIGRANT, 2013, JAMES GRAY)


Título Original: The Immigrant
Año: 2013
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 136 min
Director: James Gray
Guión: James Gray y Ric Menello
Actores: Marion Cotillard, Joaquín Phoenix, Jeremy Renner, Dagmara Dominczyk, Jicky Schnee, Elena Solovey




A finales del pasado mes de junio se estrenó en salas españolas la película más reciente de James Gray, la excelente El sueño de Ellis. Pese a la notable demora con respecto a su presentación en Cannes 2013, y pese a la escasa repercusión comercial que ha logrado, víctima en parte de una campaña publicitaria casi invisible, lo cierto es que todavía puede verse en algún cine el que puede ser considerado, sin lugar a dudas, como uno de los mejores largometrajes que nos han llegado en lo que llevamos de 2014, junto a otros títulos de interés, como la también excelente El lobo de Wall Street (The Wolf of Wall Street, 2013), de Martin Scorsese, las notables La jalousie (ídem, 2013), del francés Philippe Garrel estrenada únicamente en el pasado Festival Internacional de Cinema D´Autor de Barcelona, A propósito de Llewyn Davis (Inside Llewyn Davis, 2013), de los norteamericanos Joel y Ethan Coen, The Grandmaster (Yi dai zong shi, 2013), del chino Wong Kar Wai, El viento se levanta (Kaze Tachinu, 2013), del japonés Hayao Miyazaki, La imagen perdida (L´image manquante, 2013), del camboyano Rithy Pahn, o las interesantes Oslo, 31 de agosto (Oslo, 31. August, 2011), del danés Joachim Trier, Jimmy P. (ídem, 2013), del francés Arnaud Desplechin, o Un toque de violencia (Tian zhu ding, 2013), del chino Jia Zhangke, y seguramente algún otro título que me dejo en el tintero. En todos los casos se trata, afortunadamente, de películas poco convencionales y rabiosamente personales, lo que no es precisamente poco para los tiempos que corren.
Como en la panorámica que  recientemente he escrito sobre sobre el film para la revista online Transit: cine y otros desvíos ya me extiendo sobre otros aspectos de El sueño de Ellis más intrínsecamente cinematográficos, aprovecho aquí para reflexionar, ni que sea brevemente, sobre el papel, diríase que autoral, que Joaquín Phoenix desempeña en las filmografías de algunos de los cineasta norteamericanos más interesantes de la actualidad. 

James Gray en un momento del rodaje de El sueño de Ellis


Pese a que la experiencia de Phoenix como actor ya supera las tres décadas, su filmografía apenas se compone de veinte largometrajes hasta la fecha. Fruto muy probablemente de su renuncia expresa a participar en proyectos meramente alimenticios, y de su meditada y concienzuda participación en proyectos difíciles y poco convencionales, su figura y prestigio profesional pueden compararse en estos momentos, sin nada que envidiarles, a la de otros interpretes masculinos como Daniel Day-Lewis (diecinueve películas en cuarenta años de carrera) y Leonardo DiCaprio (más prolífico: casi treinta filmes en poco más de veinte años). La complicidad existente entre Gray y Phoenix ha resultado fructífera (cuatro títulos hasta la fecha), así como la de Scorsese y DiCaprio (un total de cinco colaboraciones) y ambos actores ya se muestran capaces de aportar, a los personajes que interpretan a las órdenes de los cineastas mencionados, o a las de otros de similar prestigio, una complejidad psicológica ciertamente encomiable, así como una impronta interpretativa bastante sólida y fácil de reconocer. En el caso particular de Phoenix, los personajes que ha encarnado en los filmes de Gray o de Paul Thomas Anderson (primero en The Master, y ahora en la ya finalizada Inherent Vice) se caracterizan por exhibir unas personalidades ambivalentes y difíciles de descifrar, probablemente a tono con la propia personalidad real del excéntrico actor. Quizá por esa misma razón la comunión entre personaje e intérprete resulta tan ajustada, tan poco forzada: Phoenix es capaz de aportar a sus personajes –con su físico, su mirada y su particular lenguaje corporal– una fragilidad lastimera y una agresividad subrepticia (que en ocasiones se ve repentinamente desbocada) que parecen ajustarse como un guante a la personalidad del actor. En otras palabras: resulta difícil imaginarse a otro intérprete metido en la piel de unos personajes que a estas alturas ya parecen creados expresamente para Phoenix. Es el caso concreto del Bobby Green de La noche es nuestra (We Own The Night, 2007) y del Leonard Kraditor de Two Lovers (ídem, 2008), ambas de James Gray, del Freddie Quell de The Master (ídem, Paul Thomas Anderson, 2012), del personaje –¿real?, ¿ficticio? – de I´m Still Here (ídem, Casey Affleck, 2010), del Theodore de Her (ídem, Spike Jonze , 2013), o del Bruno Weiss de El sueño de Ellis.




En cualquier caso, tanto los interesados por el cine de Gray como los atraídos por la figura de Phoenix pueden profundizar un poco más en El sueño de Ellis visitando el siguiente enlace, que les conducirá directamente a la panorámica dedicada al film:





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