viernes, 6 de agosto de 2010

THE GIRLFRIEND EXPERIENCE (2009, STEVEN SODERBERGH)

Título Original: The Girlfriend Experience
Año: 2009
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 77 min
Director: Steven Soderbergh
Guión: David Levien y Brian Koppelman
Actores: Sasha Grey, Chris Santos, Philip Leytan, T. Colby Trane, Peter Zizzo, Ron Stein


Sinopsis: Transcurren los días previos a las elecciones presidenciales que conducirán a Obama hacia su victoria en las urnas. Chelsea, una joven escort (prostituta de lujo), contempla, desde su paradójicamente privilegiada posición, como la crisis económica está afectando no solo a los más desfavorecidos, sino incluso a los más ricos, pues sus clientes, que tienen un alto poder adquisitivo, necesitan de sus servicios sexuales tanto como su paciencia y atención a la hora de escuchar sus dramas más íntimos y inconfesables. Por su parte, Chelsea también emprende, para contrarrestar la crisis, iniciativas que le permitan asegurar (sino aumentar) su estatus en su sector, pues quiere seguir siendo la número uno en este, al mismo tiempo que mantiene una relación estable con Chris, un joven preparador físico que la respeta y la quiere pese a su profesión. Estos y otros personajes secundarios pondrán de relieve que la crisis no es sólo económica, sino también, y principalmente, una crisis humana de valores y de emociones.



Sin conciencia

Hoy, viernes 6 de Agosto, se estrena una de las últimas películas dirigidas por Steven Soderbergh, y también una de las más interesantes de su filmografía, pese a su irregularidad.
Soderbergh y sus guionistas, David Levien y Brian Koppelman, logran que una considerable autenticidad se desprenda de los personajes que transitan por el film, sin necesidad de resultar maniqueos en su tratamiento (como acostumbra a ser la mayor parte del cine llamado "social") y catalogar tontamente a los mismos como buenos o malos. Personas que acuden periódicamente a gimnasios con el afán de perfeccionar unos cuerpos que interiormente están recorridos por el más puro vacío existencial (hombres huecos, como diría el coronel Kurtz de Apocalypse Now); personas que desempeñan un trabajo que les permite disfrutar de un alto poder adquisitivo (aunque sea a costa de los demás) dejándose llevar por la inercia de un mundo capitalista cuyos engranajes quizás estén comenzando a fallar; personas que mantienen relaciones emocionales aparentemente estables y felices, y que un buen día, al conocer a un extraño que les hace (poco creíbles) promesas, deciden apostar por un cambio en su vida para acabar perdiéndolo todo; personas que mienten a todos los que les rodean, etc. En fin, un verdadero muestrario del ser humano actual, que muy difícilmente no relacionaremos con el mundo que nos rodea. Si el fondo de la película de Soderbergh se revela ciertamente valioso y interesante, más discutible resulta la forma, pues el realizador acoge en su seno toda una serie de clichés visuales y narrativos (tendencia a los planos generales, que provocan el distanciamiento emocional del espectador hacia los personajes que contempla; iluminación que tiende a los tonos fríos y/o azulados con la intencionalidad de subrayar lo mortecino del mundo retratatado, estructura narrativa desordenada, etc.), pero es incapaz de darles un toque personal que diferencie a su film de tanto otros habidos y por haber dentro del cine independiente norteamericano o del cine de autor europeo. Con todo, una película que merece la pena ver ahora, por que quizás su validez artística tenga los días contados.

Para quién este interesado en leer mi opinión acerca del film de Soderbergh, le recomiendo pasarse por el siguiente enlace, que conduce a la revista de cine online Transit: cine y otros desvíos.

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