A punto de cumplir 84 años el
próximo 31 de mayo, Clint Eastwood
demuestra una vez más ser un cineasta de cuidado. Cuando parecía haber relajado
un poco su ritmo de producción -pues su último film, Más allá de la vida (Hereafter, 2010), se estrenó en España hace ya
tres años, a principios de 2011-, se anuncia el estreno inminente (20 de junio
en Estados Unidos y 5 de septiembre en España) de Jersey Boys, su nuevo musical, al mismo tiempo que comienza el
rodaje del que será su próximo film, American
Sniper (con estreno previsto para 2015), en el que se narrará la historia,
con final trágico, de Chris Kyle, conocido por ser el francotirador más letal
de la milicia americana.
Clint Eastwood dirigiendo Sin perdón
Contabilizando las dos últimas,
un total de 34 películas acreditan la importancia de un cineasta cuya
trayectoria atraviesa ya más de cuatro décadas de cine americano (y un total de
seis si tenemos en cuenta su labor como actor). Una buena ocasión que un
servidor ha aprovechado para trazar un recorrido por los cuatro westerns dirigidos
por Eastwood hasta la fecha, lo que
permite analizar igualmente algunas de las constantes estilísticas y temáticas que
invaden todo su cine. Se trata de la notable Infierno de cobardes (High Plains Drifter, 1973), la interesante El fuera de la ley (The Outlaw Josey
Wales, 1976), la excelente El jinete
pálido (The Pale Rider, 1985) y la magistral Sin perdón (Unforgiven, 1992).
Solo por el nivel exhibido en
estas cuatro películas, la importancia de Eastwood
para el cine contemporáneo ya quedaría fuera de toda duda, pero si a las mismas
sumamos enérgicos films de acción como Ruta
suicida (The Gauntlet, 1977), obras tan personales y particulares como Bronco Billy (ídem, 1980), retratos de
músicos de country y jazz tan contundentes y viscerales como los plasmados en
la notable El aventurero de medianoche
(1982) o la espléndida Bird (ídem,
1988) - tal vez la obra maestra del realizador junto a Sin perdón-, o obras tan diferentes, estimulantes y logradas como Un mundo perfecto (A Perfect World,
1993), Mystic River (ídem, 2003), Million Dollar Baby (2004), el díptico
bélico Banderas de nuestros padres
(Flags of Our Fathers, 2006) y Cartas
desde Iwo Jima (Letters from Iwo Jima, 2006), El intercambio (Changeling, 2008) o Gran Torino (ídem, 2008), entonces la importancia del cineasta deviene
francamente indiscutible: sin salirnos del contexto del cine norteamericano
actual, tan solo realizadores veteranos como Francis Ford Coppola, Martin
Scorsese, Steven Spielberg, Brian de Palma, y tal vez algún otro
que me dejo en el tintero, disponen de filmografías que puedan situarse a la
altura de la de nuestro hombre.
Con considerable retraso por mi
parte, pues el artículo fue debidamente publicado varias semanas atrás, doy
aviso en este blog de la Re/visión que la revista digital Transit: cine y otros desvíos ha dedicado al cine de género western de Clint Eastwood.
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