Título Original: Pather Panchali/ Aparajito/ Apur Sansar
Año: 1955/ 1956/ 1959
Nacionalidad: India
Duración: 119 min/ 110min/ 105 min
Director: Satyajit Ray
Guión: Satyajit Ray, según las novelas de Bibhutibhushan Bandyopadhyay
Actores: Kanu Bannerjee (Harihar, el padre), Karuna Bannerjee (Sarbojaya, la madre), Subir Bannerjee (Apu niño), Runki Bannerjee (Durga, la hermana), Chunibala Devi (Indir Thakrun, la abuela), Smaran Ghosal (Apu adolescente), Soumitra Chatterjee (Apu adulto), Sharmila Tagore (Aparna, la esposa), Swapan Mukherjee (Pulu, el hijo)
El cineasta indio Satyajit Ray
Los años 50 son para el cine, indiscutiblemente, una década prodigiosa. Sin ir más lejos, en 1955 coinciden en ver la luz filmes tan extraordinarios como Noche y niebla (Nuit et brouillard) de Alain Resnais, El quinteto de la muerte (The Ladykillers) de Alexander Mackendrick, Atrapa a un ladrón (To Catch a Thief) de Alfred Hitchcock, El hombre de Laramie (The Man from Laramie) de Anthony Mann, La palabra (Ordet) de Carl Theodor Dreyer, La noche del cazador (The Night of the Hunter) de Charles Laughton, Sólo el cielo lo sabe (All That Heaven Allows) de Douglas Sirk, Almas sin conciencia (Il bidone) de Federico Fellini, Los contrabandistas de Moonfleet (Moonfleet) de Fritz Lang, Tierra de faraones (Land of the Pharaohs) de Howard Hawks, Sonrisas de una noche de verano (Sommarnattens leende) de Ingmar Bergman, Wichita (ídem) de Jacques Tourneur, La emperatriz Yang Kwei Fei (Yokihi) de Kenji Mizoguchi, La pradera sin ley (Man Without a Star) de King Vidor, y un largo etcétera más. En fin, una cosecha internacional que habla por sí sola, y a la que habría que añadir obligatoriamente el debut como realizador de un por aquel entonces joven nacido en la India, Satyajit Ray (1921-1992), con el filme La canción del camino (Pather Panchali).
La canción del camino
Ray, que no carecía de talento ni de ambición, inició con su ópera prima una trilogía -completada con El invencible (Aparajito, 1956) y El mundo de Apu (Apur Sansar, 1959)- en la que, adaptando una serie de novelas de Bibhutibhushan Bandyopadhyay, narraba las experiencias vitales y artísticas de su protagonista, Apu.
En estos tres filmes el espectador contempla el ciclo vital de su protagonista, desde el preciso instante de su nacimiento hasta que alcanza la edad adulta y él mismo se convierte en padre de otra criatura, un niño al que llamará Pulu. Un ciclo vital perfectamente reconocible para cualquier ser humano, y que, como deja claro Ray con esta estructura narrativa, se renueva incesantemente. La trilogía se revela una obra magnífica y universal, constantemente atenta a los detalles más nimios, plena de hallazgos de puesta en escena y de sugerencias visuales y sonoras. Ciertamente, el realizador empezó pletórico su andadura en la profesión, y antes de acabar la década entregó otro filme imprescindible, El salón de música (Jalsaghar, 1958). Si dentro del cine japonés existen cuatro realizadores que brillan por encima de todos los demás (Naruse, Mizoguchi, Ozu y Kurosawa), en lo referente al cine de la India Ray continúa siendo el cineasta de referencia, seguido a cierta distancia por Ritwik Gathak y Bimal Roy.
El mundo de Apu
De la Trilogía de Apu hablo extensamente en un texto, recientemente publicado en la sección re/visiones de la revista digital Transit: cine y otros desvíos, que se puede leer en el siguiente enlace:
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