miércoles, 26 de septiembre de 2018

CONSPIRACIÓN DE SILENCIO (BAD DAY AT BLACK ROCK, 1955, JOHN STURGES)


Si bien entre los años 1946 y 1953 John Sturges realiza nada menos que 17 películas, además de un documental bélico, Thunderbolt (1947), que codirige con William Wyler, y un largometraje colectivo, It's a Big Country: An American Anthology (1951), en el que participan cineastas como Clarence Brown, Don Hartman, Richard Thorpe,  Charles Vidor, Don Weis o William A. Wellman, lo cierto es que el grueso de dicha producción no cuenta hoy en día con un especial reconocimiento cinéfilo, algo que, dicho sea de paso, no necesariamente implica una ausencia de calidad.
Dado que con la única salvedad de It's a Big Country: An American Anthology no he tenido oportunidad de ver ninguna de ellas, lo único que puedo decir es que sus cinco primeras películas son baratas producciones de serie B que apenas alcanzan los 70 minutos de duración The Man Who Dared (1946), Shadowed (1946), Alias Mr. Twilight (1946), For the Love of Rusty (1947) y Keeper of the Bees (1947), todas ellas producidas por Columbia Pictures Corporation, estudio bajo el que también rodará sus tres siguientes films, El signo de Aries (The Sign of the Ram, 1948), Best Man Wins (1948) y Mares de arena (The Walking Hills, 1949), cuya duración, algo más estándar, se sitúa en torno a los 80 minutos—, y que es a partir de 1950, momento en que se inaugura su colaboración con Metro-Goldwyn-Mayer, cuando su filmografía empieza a ganar en prestigio y empaque gracias a títulos como Cruce de derecha (Right Cross,  1950), con June Allyson y Dick Powell, La calle del misterio (Mystery Street, 1950), con Louis Calhern, El caso O'Hara (The People Against O'Hara, 1951), con Spencer Tracy, o Astucia de mujer (Jeopardy, 1953), con Barbara Stanwyck.

 Sturges en un momento del rodaje de Estación 3 ultrasecreto

Pero tal vez el verdadero punto de inflexión en su trayectoria le llegará a Sturges con Fort Bravo (Escape from Fort Bravo, 1953), y, sobre todo, con la magistral Conspiración de silencio (Bad Day at Black Rock,  1955), una especie de wéstern contemporáneo que, dentro del prodigioso año en el que ve la luz, puede codearse sin excesivos problemas —y esto es un buen indicativo de su calidad— con obras de cosecha internacional tan incuestionables como El quinteto de la muerte (The Ladykillers, 1955), de Alexander Mackendrick, Atrapa a un ladrón (To Catch a Thief, 1955) y Pero... ¿quién mató a Harry? (The Trouble with Harry, 1955), ambas de Alfred Hitchcock, El hombre de Laramie (The Man from Laramie, 1955), de Anthony Mann, Ordet (La palabra) (Ordet, 1955), de Carl Theodor Dreyer, La noche del cazador (The Night of the Hunter, 1955), de Charles Laughton, Sólo el cielo lo sabe (All That Heaven Allows, 1955), de Douglas Sirk, Al este del Edén (East of Eden, 1955), de Elia Kazan, Almas sin conciencia (Il bidone, 1955), de Federico Fellini, Los contrabandistas de Moonfleet (Moonfleet, 1955), de Fritz Lang, Caravana hacia el sur (Untamed, 1955), de Henry King, Tierra de faraones (Land of the Pharaohs, 1955), de Howard Hawks, Wichita: Ciudad infernal (Wichita, 1955), de Jacques Tourneur, La emperatriz Yang Kwei Fei (Yôkihi, 1955) y El héroe sacrílego (Shin Heike monogatari, 1955), dirigidas por Kenji Mizoguchi, Guerra y paz (War and Peace, 1956) y La pradera sin ley (Man Without a Star, 1955), ambas de King Vidor, Lola Montes (Lola Montès, 1955), de Max Ophüls, Las amigas (Le amiche, 1955), de Michelangelo Antonioni, Rebelde sin causa (Rebel Without a Cause, 1955), de Nicholas Ray, Nubes flotantes (Ukigumo, 1955), de Mikio Naruse, El hombre del brazo de oro (The Man with the Golden Arm, 1955), de Otto Preminger, Sábado trágico (Violent Saturday, 1955), de Richard Fleischer, El beso mortal (Kiss Me Deadly, 1955) y La podadora (The Big Knife, 1955), dirigidas por Robert Aldrich, o Pather Panchali (La canción del camino) (Pather Panchali, 1955), de Satyajit Ray.

 Sturges y la actriz Lee Remick durante el rodaje de La batalla de las colinas del whisky

A Conspiración de silencio he dedicado un artículo que la revista digital de cine Transit:cine y otros desvíos acaba de publicar. Pinchando en el siguiente enlace el lector interesado podrá adentrase en su contenido: 




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